miércoles, 23 de octubre de 2013

Cine de Octubre


Este lunes pasado volvimos a tener sesión de cine dentro del Taller Literario, en esa maravillosa biblioteca que a veces nos agobia por algunos defectillos técnicos y que al final olvidamos en cuanto todo queda resuelto y el compañero de turno nos presenta su película. Esta vez ha sido Juan Ortigosa quien nos ha deleitado con una cinta del año 2004 llamada Diarios de motocicleta.
 
 

Basada en los diarios de Ernesto Che Guevara y en el libro Con el Che por Sudamérica,  de Alberto Granado, la historia nos cuenta como dos jóvenes argentinos realizan un viaje en moto, una Norton de 500 cc algo vieja, desde su Buenos Aires natal hasta Venezuela, recorriendo miles de kilómetros en busca de un mayor conocimiento de un continente que solo conocen por los libros.


 
 
Lo que comienza como una aventura juvenil, sin prisas pero sin pausas- entre algún que otro accidente menor y muchas risas- va encauzando a los dos amigos a un mundo de gentes humildes y termina concienciando sus ideas ante el futuro que les espera. Es de todos conocida la trayectoria del Che, por lo que ya sabemos de antemano en lo que va a convertirse este chico de 23 años que en principio solo quiere correr un poco de mundo antes de asentarse en su profesión de médico. Sin embargo, resulta muy atractivo ver sus comienzos e intuir que es lo que hace que sus prioridades se conviertan en otras.



Decir que la película recibió un Oscar a la mejor canción original –desató una gran polémica cuando su autor, Jorge Drexler, no pudo cantarla en la ceremonia y tuvo que ser Antonio Banderas quién lo hiciera por ser más conocido-, dos premios BAFTA, un Goya al mejor guión adaptado y un Premio Técnico en Cannes, amén de muchas otras nominaciones. También sirvió para que su protagonista, Gael García Bernal, terminara de relanzar su carrera y fuera solicitado para trabajar en Hollywood.


 

Lo cierto es que una película muy interesante de ver, aunque algunas veces se me ha hecho algo lenta. La fotografía es preciosa, realzando los paisajes maravillosos de tierras sudamericanas y contrastándolos con la penuria de quienes los habitan.  A veces da la sensación de que es un documental y de que los actores son personajes reales.


 

Y por último, como curiosidad, la película es de nacionalidad argentina pero coproducida por USA, Chile y Perú, siendo su productor ejecutivo norteamericano Robert Redford.

domingo, 6 de octubre de 2013

Empezamos Octubre



Llevo un mes sin escribir en el blog y no por falta de ganas. El caso es que ahora que me encuentro mucho mejor andando y dado que el tiempo es ideal para dar paseos, he vuelto a ser la callejera de siempre. Cierto que me queda una temporada para mis caminatas de senderismo, pero ya estoy de nuevo en marcha y todo se andará.

También he estado bastante entretenida con algunas cosillas que de repente se me antojaron muy interesantes. Como los libros de Georgette Heyer, autora inglesa que no tuve el gusto de conocer hasta hace unos meses y que incluso al saber de ella me echó un poco para atrás su definición de “escritora romántica”, literatura que nunca ha sido de mi gusto. Sin embargo, cayó en mis manos una de sus obras llamada ¿Por qué murió el mayordomo?, una divertida comedia policiaca que me hizo pasar un buen rato, y decidí buscar otras novelas suyas. Y es que esta mujer escribió muchos relatos de intriga y suspense desde principios del siglo XX hasta su muerte en 1974. Yo no la conocía de nada pero he descubierto que es muy famosa en Inglaterra, donde llegan a compararla a Jane Austen en su modalidad romántica. Dispuesta a averiguarlo, he leído El tío Sylvester, con el que confieso me esperaba una decepción porque para mí Jane Austen es inimitable. A pesar de que no he conseguido ver mucho parecido –se ve a la legua que ambas escritoras vivieron en épocas diferentes- me ha sorprendido la comicidad, ironía e inteligencia que Georgette Heyer emplea en la trama de sus novelas. La recomiendo de veras. Y sigo buscando nuevos títulos de ella.

Como además soy un poco obsesiva cuando me da por algo, resulta que gracias al blog de Candela, descubrí la historia de Los Warren y de repente, claro, tuve que ver la película Expediente Warren. No me conformé con esto, ya que recordé un montón de libros y películas de miedo que tengo guardados como oro en paño. Y ahí he estado durante días, visitando casas encantadas y codeándome con exorcistas y demonios mal hablados.

Por cierto, a Molly no le gustan las películas de miedo. Con solo escuchar la música se pone nerviosa y hace cómica la situación, jajajaja…