jueves, 27 de diciembre de 2012

Mi calle y yo


Me pregunta mucha gente el por qué no salgo a dar un paseo en muletas o en silla de ruedas para así quitarme el “mono” de calle que tengo. Lo cierto es que cada día me encuentro un poco más segura, me manejo relativamente suelta con las muletas y la silla la conduzco mejor que un coche de verdad. En fin, que sí, podría animarme a salir a que me diera el aire, y aunque todavía es mejor tener la “pata” en alto, tampoco pasaría nada por llevarla un rato hacia abajo. Vamos, que yo firmaba ahora mismo por irme a la calle YA.

¿Cuál es el problema entonces? Las obras de mi calle.
 
 

 Las dos veces que he tenido que ir al Hospital a revisión desde que estoy en casa mi salida ha sido una película. El garaje lo tenemos inutilizado desde hace semanas así que el coche está aparcado donde se puede, que vivir en el centro de Antequera y no tener una plaza de garaje disponible es otra película. Como digo, el coche se aparca en cualquier calle,  así que alguien de casa tiene que traerlo y aparcarlo en la calle de al lado mientras yo salgo y ando con muletas entre escombros, por supuesto bien custodiada por otra alma caritativa de mi casa, hasta llegar a un trozo de suelo firme que permita sentarme en la silla e ir hasta el coche, donde ya hay una fila de vehículos tras él, con dueños cabreados dejando oír sus sonoros cláxones. Vamos al hospital, volvemos y vuelta a lo mismo. Terminamos agotados, no solo yo.
 
 

Las obras comenzaron en Septiembre, a principios creo recordar, después de mucho esperar a que por fin se arreglase un suelo que ya había provocado más de una caída, estaba fatal. Pero tantos meses me parece algo inaudito para una sola calle. Cuentan muchas historias acerca de los obreros que están trabajando, que sin son del PER, que si no son albañiles, que si son de un curso…, no sé, teniendo en cuenta la paralización de obras que recorre España entera – las obras del metro de Málaga están paradas hasta sabe Dios cuando – aquí pensamos que es la única que se hace en todo el país y nos preguntamos cómo han podido hacer esto ahora, que ya no nos extrañaría que fueran los Hermanos Marx quienes estuvieran trabajando ahí abajo. A veces, a juzgar por los chistes que se cuentan y la tranquilidad que se toman colocando ladrillos es esto lo que parece. La verdad es que hacía falta un arreglo de la calle, tal vez no un arreglo que durara tanto pero si hacía falta. Ahora, a mí no ha podido pillarme en peor momento. Y es que si monto un circo…
 
 

Así que le digo a todo el mundo que no sé cuándo podré salir. Todos los días pregunto por los progresos que se hacen- no puedo asomarme bien a ver la calle- y todos los días me responden lo mismo: “Ahí va, ya mismo tienen colocado un par de metros más”. Bueno, algo es algo, ¿no? Mi vecina dice que estará lista para Marzo. “Anda, cuando termine mi reposo más o menos”, digo yo. En mi casa, que conocen un poco mi inquietud callejera, se apresuran a decir: “No, mujer, que todos los días van avanzando un poco más.” Bueno, tal vez sea una suerte que no pueda asomarme a verlos.

Mientras tanto he pedido a mi hijo que me hiciera estas fotos para que os hagáis una idea. Lástima que con ellas no podáis oír el ruido de las maquinitas de la obra funcionando todo el día. Pero bueno, ese ya es otro tema.

 

 

 

 

miércoles, 26 de diciembre de 2012

Sentada en reposo


Día de Navidad:

Unos débiles rayos de sol entran por la ventana después de un amanecer lluvioso y frío. La noche ha sido movidita en mi calle, unos vecinos decidieron “deleitarnos” con todo un repertorio de canciones que a medida que avanzaban los minutos, sin duda debido al alcohol que estaba regando la gran fiesta, eran más y más ruidosas, desde “El novio de la muerte” pasando por la mejor discografía coplera de todos los tiempos y claro, como no, algún que otro villancico. A las cinco y medía terminaron, no sé si porque las copitas les dieron sueño, o porque se quedaron roncos de tanto cantar o tal vez porque ya no se sabían más canciones. Hasta esa hora estuvimos pensando en decirles algo, al menos que cerraran la ventana, que celebrar la Navidad está muy bien pero ser un capullo maleducado con tus vecinos, en una calle tan estrecha que podrías tocar el edificio de enfrente desde tu balcón, pues la verdad, no me parece muy solidario es estas fechas. Al final no les dijimos nada, ¿para qué?, ¿para qué nos respondiesen excusas con sus voces etílicas y risueñas?

Pero ahora, mediodía, el silencio inunda todo. Estoy sentada en el sillón junto a la ventana y disfruto con esas motitas doradas que el sol descarga sobre mí. Creo que nunca había estado sentada aquí tanto tiempo antes, en este sillón de Ikea que compramos el verano pasado; ahora llevo semanas y me esperan muchas más. La perspectiva no me anima demasiado. A cada minuto me propongo hacer muchas cosas, cosas que pueda realizar sentada porque tengo horas al día para eso, pero me domina una especie de tristeza perezosa que espero superar pronto.  No tener autonomía es un poco frustrante. Me voy manejando mejor con las muletas pero por muchos paseos que me doy con ellas sigo dependiendo de los demás para coger libros, mandos, cojines, o enchufar una estufa, por ejemplo. Además, estoy tan acostumbrada a salir a la calle a caminar, a nadar,  a clases, etc.… que los días se me hacen interminables. Quiero crearme una rutina creativa para aprovechar esas horas muertas, lo necesito para no pasarme el rato contando las semanas que me quedan por estar así.

El sol se esconde entre algunas nubes. Un par de pájaros cuya especie no conozco se han posado en mi balcón y beben de unos charquitos de lluvia que la noche ha dejado sobre el suelo. Me entretengo viéndolos hasta que un movimiento mío los aleja. Salen volando hacia el cielo gris que amenaza con descargar otra tanda de gotas. A pesar de mis propósitos sobre ver el lado positivo de las cosas no puedo evitar sentir nostalgia mientras recuerdo el recorrido de mis caminatas diarias, el aire frio del invierno en mi cara y la sensación de libertad en mis pies.

 

 

 

 

sábado, 15 de diciembre de 2012

Reflexiones con la "pata en reposo".


 
Mi madre solía decir: Cuando las cosas están de Dios…. Solía referirse a que cuando algo pasaba era porque había sido inevitable. Llevo toda la semana con la dichosa frasecita en la cabeza, seguramente porque al final los años hacen que una se dé cuenta de que las madres siempre tienen razón. Y es que cuando repaso los acontecimientos del sábado día 8 de este mes, no puedo sino pensar que Dios, el destino, el cosmos…, en fin, a ver si puedo explicarlo mejor así:

 Amaneció un día precioso en Antequera. Nada más levantarme y mirar por la ventana supe que era uno de esos días de invierno donde el sol invita a salir a pasear, a tomar algo o a hacer senderismo. Estaba deseando enseñar a mi hijo, que estaba en casa pasando el puente de la Inmaculada, la Ruta del Aceite, sitio que nos encanta y que siempre que podemos visitamos. Pero por otra parte, tenía muchas cosas qué hacer: compras, poner el Árbol de Navidad, planchar alguna cosilla para los niños, arreglarme el pelo…No tenía muy claro qué hacer, estuve más de veinte minutos dándole vueltas a la cabeza mientras trataba de decidirme, hasta que al final me dije: "qué porras, vámonos y ya haremos todo a la vuelta".

Así que en un pis-pas preparé unos bocatas y fuimos en coche hasta Doña Mencía, pueblecito de la provincia de Córdoba desde donde nos gusta comenzar la caminata. Anduvimos hasta Zuheros, otro pueblo en mitad de la ruta en el que nunca habíamos entrado. Es precioso, tanto que me harté de hacer fotos durante la hora de la comida, supongo que dentro de poco haré una entrada con ellas y os hablaré sobre el lugar, que realmente merece la pena visitar.

Volvíamos ya de vuelta cuando se me ocurrió mirar la hora y vi que eran solo las tres y algo. Loren me dijo que fuéramos a tomar un café pero yo pensé que era pronto, que todavía quedaban un par de buenas horas de luz para seguir curioseando por el lugar. Recuerdo que me dije: “uf, mejor irnos ya y llegar a tiempo a casa, con tranquilidad”, pero como se estaba muy bien allí ¿por qué ir a tomar café en vez de seguir caminando un rato más? Además descubrimos una especie de “concurso aventuras” que se estaba realizando por allí. Se trataba de ir superando pruebas, desde carreras a pie y en bici hasta escalada, patinaje y no sé qué más cosas hasta completar ochenta o noventa kilómetros. La mayoría de los participantes eran jóvenes, chicos y chicas, impresionantemente atléticos, moviéndose por aquellos parajes como si en realidad no les costase esfuerzo alguno; también vimos a algún que otro cuarentón, no creáis, que hay gente mayorcita muy bien entrenada. En fin, que pasamos un buen rato viendo aquello y charlando con uno de los organizadores que nos explicó un poco de que iba todo. El sol comenzó a ocultarse tras una de las montañas y el frío nos hizo querer irnos por lo que nos pusimos en marcha. Ahora sí que sí.

Bajada algo empinada llena de guijarros. Barandilla mohosa. Loren me dice: “Agárrate bien que este camino resbala”. Pero yo paso de agarrarme fuerte porque el moho me da asco, y cuando empiezo a explicarlo… ¡catacrac! Ya me he caído de culo, con la mala suerte que la pierna hace un giro extraño y suena como cuando partes una rama con todas tus fuerzas. Lo siguiente que recuerdo es ver cómo tenía el pie colgando y un dolor que da risa a los dos partos que he tenido.

No voy a contar la odisea que siguió después, de cómo Loren tuvo que correr siete kilómetros hasta el lugar donde estaba aparcado el coche, ni los veinte o treinta minutos que estuve sentada en el borde la carretera, muerta de frío, mientras mi hijo intentaba calmarme. Tampoco voy a hablaros del viaje a Antequera- todavía tengo pesadillas sobre eso- ni las horas que siguieron en el hospital a base de pruebas, radiografías, etc.… que terminaron con una operación donde me colocaron una placa. Y no, nanay de aburriros contando que la epidural me provocó una cefalea por la que al final he tenido que estar en el hospital más días de la cuenta, es decir, que en vez de estar en casa el lunes no me han dado el alta hasta el jueves.

En fin, no voy a cansar a nadie con mis cuitas, que ya bastante me canso yo misma. El motivo de hacer esta entrada ha sido no tanto explicaros el por qué he estado “missing” tantos días, sino también para constatar, tal como seguramente sabía mi madre, que la vida consiste en tomar una serie de decisiones al día, minuto tras minuto, que hacen que ellas sean las que decidan el destino de los acontecimientos. No he dejado de lamentar en estos días no haberme quedado en casa aquella mañana- con tantas cosas que quería hacer-, no haber accedido a aquel café y por supuesto no haber agarrado la barandilla por esa especie de asco que ahora mismo me resulta patético. Pero ya no hay vuelta atrás, cuando las cosas pasan es porque hemos estado tomando decisiones, en cuestión de segundos a veces, acertadas o no, que nos han llevado al presente.
Acojona un poco, ¿verdad?

 

 

sábado, 1 de diciembre de 2012

StarWars en Diciembre


Ya lo anticipaba hace unos días. “StarWars” iba a llegar a Antequera a primeros de Diciembre. Pues bien, no se ha hecho de esperar. El frío no ha impedido que por nuestras calles se paseen “los malos” de la famosa saga de George Lucas, demostrándonos que todavía tienen un gran poder sobre nosotros. Un desfile de soldados encabezados por un Darth Vader que incluso nos dejaba oír su típica respiración y acompañados por una banda que interpretaba las archiconocidas canciones de la banda sonora, todo ello sazonado por un público que ha estado encantado de verlos pasar y que hacía fotos todo el rato.
 
 
 

Las imágenes que muestro están hechas con el móvil y no están tan bien como yo hubiera querido, la verdad es que están bastante borrosas, pero al menos al verlas podemos hacernos una idea del “festival galáctico” que se ha montado en el pueblo.
 
 
 

Una pena que no hayan traído también a Harrison Ford.

domingo, 25 de noviembre de 2012

Purga, de Sofi Oksanen


Acabo de terminar un libro que me recomendó Cristina, la profesora del taller de Literatura Creativa. Se llama Purga y su autora es la finlandesa Sofi Oksanen.
 
 

La palabra purga se refiere a las detenciones y persecuciones que Stalin firmó en la Unión Soviética para todo aquel que no estuviese de acuerdo con sus decisiones o simplemente para aquellas personas que no le viniesen bien al partido que representaba. Ya sabemos que el dictador era caprichoso en estos detalles y a veces decidía detener a todos los que tuvieran una carrera o una religión determinadas. Estas purgas- fueron más de una- las sufrieron médicos, militares, comerciantes..., algunos terminaron sus vidas en campos de concentración y otros fueron ejecutados al detenerlos. Una de las historias más tristes del siglo XX.
 
 

Estamos a principios de los noventa en Estonia. Aliide, una anciana cuyo difunto marido perteneció a la policía soviética, descubre en el patio de su casa un bulto sospechoso. Temerosa por lo que aquello pueda significar- sabe que la gente del pueblo no le tiene demasiado cariño debido a la profesión del marido- decide echar un vistazo y descubre a Zara, una jovencita exhausta que parece necesitar ayuda. Sin pensarlo mucho, Aliide la entra en casa y la cuida. Comenzamos así a conocer la historia de ambas mujeres. La una nos cuenta su vida a través de los años en Estonia, la llegada de nazis y soviéticos, la Segunda Guerra Mundial y el transcurso de un montón de años de dominación rusa. Zara nos muestra el lado moderno del este de Europa, donde las mafias secuestran chicas para llevarlas a occidente como prostitutas y mantenerlas esclavizadas durante años sin esperanza, a no ser que alguna de ellas pueda escapar para buscar a alguien que esté dispuesto a ayudarla. Ambas historias se entrecruzan en capítulos cortos y amenos para encajar al final con una maestría impresionante.
 
 
Me ha encantado la forma de escribir de la autora, la crudeza, el dinamismo, la ternura implícita en los personajes, la realidad de los hechos, y por encima de todo como va explicando la historia de Estonia, haciendo que el lector descubra un país que, sinceramente, no es demasiado conocido por muchos. Creo que es uno de los mejores libros que he leído en los últimos años y lo recomiendo al cien por cien.

domingo, 18 de noviembre de 2012

¿Navidad de ciencia-ficción?


“No creo que sea una fecha adecuada para esto, no tiene nada que ver con la Navidad, ¿no?”, dijo una amiga el otro día cuando caminando por el centro de Antequera vimos algunos carteles como este:
 
 

Yo casi ni la escuchaba. Mi corazón estaba pletórico de satisfacción. ¿Qué más da la fecha que sea? ¡¡¡Siempre puede ser tiempo de “StarWars”!!! Espero que no me decepcione porque pienso ir a verlo, sea lo que sea.

 

lunes, 12 de noviembre de 2012

De visiteo por Antequera


La semana pasada recibí un mensaje de las clases de Cultura Emprendedora donde el profesor  comunicaba que la clase del miércoles día 7, que normalmente es de 6 a 9 de la tarde, iba a cambiarse por una cita en la Biblioteca Municipal San Zoilo a las 10,30 de la mañana. Me extrañó un poco pues la mayoría de mis compañeros son empresarios que tienen las mañanas ocupadísimas- y ya puestos las tardes también, que faltan a menudo teniendo en cuenta lo difícil que es para ellos dejar sus negocios por cualquier cosa- pero allí me planté a ver qué nos deparaba el día. De mi clase solo éramos dos pero nos habían citado a todos los cursos de adultos de la Junta- informática, inglés…- por lo que en realidad había bastante gente.

El motivo de aquel cambio de horario y de quedar en la biblioteca era precisamente conocer esta por dentro, uno de los edificios más bonitos de Antequera. Yo ya la conocía muy bien pero no me importó que el conserje me hiciera de guía y además me mostrara salas que normalmente están cerradas, como la sala de archivos y el depósito. Realmente me gustó mucho la visita.
 
 
 

El edificio perteneció a un convento de franciscanos y al parecer existía ya en tiempos de Los Reyes Católicos. Cuando lo renovaron hace unos años ya hacía siglos que estaba bastante deteriorado, casi destrozado por dentro. Creo que hicieron una labor magnifica si vemos como ha quedado. Es un sitio mágico que da gusto visitar. No pude hacer fotos en las salas, más que nada porque me parecía de poca educación teniendo en cuenta que había gente leyendo o estudiando, pero también son preciosas.
 
 
 
 
 





Dos imágenes del campanario, donde todos los inviernos suelen anidar las cigüeñas.
 
 


Después de esta visita, el profesor nos llevó a todos a la Sala de Exposiciones de la Fundación Unicaja. Curiosamente este lugar era antes una biblioteca pero los libros están en San Zoilo- en la sala de depósito, tuve el placer de verlos- por lo que ahora solo se dedica a exposiciones de cuadros, esculturas, conciertos, etc.… Yo no había estado aún y me sorprendió ver lo bien que está. Había una exposición de un chico malagueño, José Luis Puche Nieto,  se llamaba “Hueso diminuto” y nos llamó mucho la atención. El artista combina el dibujo con adornos en plástico, algo que resulta muy llamativo y espectacular.
 



Esto de aquí no conseguí entenderlo. Algunas compañeras vieron planetas, huellas y varias cosas más. Yo siento decir que solo vi dos cuadraditos negros muy bien colocados en la pared. 
 
 

Este cuadro es un autorretrato del artista. 
 
 

Hay un total de 14 obras- en acuarela y grafito- y una escultura instalada en la segunda planta del edificio que nos pareció realmente original.
 
 
 
Lo que veis arriba, esas cositas de colores pegadas a la pared, son bolsitas de té – bueno, realmente son los moldes de esas bolsitas- y lo que cae hacia abajo son las cuerdas con las etiquetas. Nos contaron que al artista se le ocurrió la idea en un país árabe, donde vio algunos hombres que después de beber el té lanzaban las bolsitas al techo. Y ya de paso nos explicaron la difícil tarea que supone mover la pieza cada vez que tiene que ir de una sala a otra, todo va totalmente dibujado en un plano que hay que seguir paso a paso, colores y centímetros medidos en el techo, labor que aquí les duró un día entero.





Me hubiera gustado hacer más fotos pero el móvil comenzó a fallarme cuando más entusiasmada estaba. Lo siento por los de fuera, los de aquí tenéis tiempo de visitar la exposición hasta el 11 de enero, así que no la dejéis pasar.

 

viernes, 9 de noviembre de 2012

Nuevo cuadro


 
 
Último cuadro colgado en casa, hecho el invierno pasado. Ya va apeteciendo hacer punto de cruz, es el tiempo ideal con la lluvia en la calle y las tardes tan cortas desde el cambio de horario. Pero por ahora me es imposible porque tengo otras muchas cosas qué hacer. Espero ponerme pronto porque hay algunos trabajillos que dejé pendientes que no me gustaría ir postergando, que se me eternizan.

 

sábado, 3 de noviembre de 2012

ARGO


Sorprendida me quedé el otro día en el cine: 15 euros dos entradas. Vamos, que a este paso va ir al cine la tía Rita, vaya robo. Y hablo de Antequera, un pueblo, o sea que no quiero imaginar cuanto puede costar en ciudades grandes. Vamos, que encima era como para que no me hubiera gustado la película. Al menos la disfruté, menos mal.

Argo es una película basada en hechos reales, algo que siempre da puntos a mis gustos cinéfilos porque me encantan este tipo de films. Está interpretada y dirigida por Ben Affleck, un actor que últimamente sorprende dirigiendo películas que resultan bastante buenas, como Adiós, pequeña, adiós y The Town.

 
 La historia se desarrolla en el año 1979, cuando la crisis de la embajada de Estados Unidos en Teherán. Cuando la revolución iraní alcanza sus límites más altos, la embajada es atacada por un grupo de exaltados que culpan a los americanos de la tiranía asesina del Sha, que además se ha refugiado en Estados Unidos. Los asaltantes toman prisioneros a todos los trabajadores que encuentran en el recinto, exceptuando a seis que han conseguido escapar para esconderse en la embajada canadiense.

Como es cuestión de días que la policía iraní los encuentre, la CIA decide buscar un plan para rescatarlos. Es Tony Méndez, un espía especializado en sacar gente de situaciones conflictivas, el encargado de llevarlo a cabo. Y lo que se le ocurre es tan disparatado que tal vez sea lo único posible: pedir ayuda a Hollywood para montar una película.

 
Me ha gustado mucho la historia, el ritmo que no decae nunca y la forma de contar los sucesos. En verdad se me hizo corta y estoy deseando verla de nuevo. Pero ya cuando llegue al video –club, por supuesto, que no está la economía para repetir mucho lo de ir al cine.

Por cierto, ¿sería por el precio que estábamos los dos solos en la sala? Solos, solos como nunca me había encontrado en el cine. Una gozada, de verdad.




Os dejo un tráiler explicando la película.
http://youtu.be/whuE9iNsX5c

 

miércoles, 31 de octubre de 2012

Los Tosantos


Hay muchísimas cosas que echo de menos de mi tierra, costumbres y tradiciones típicas que no se ven en otro lugar. Por ejemplo, esta noche es la fiesta de Los Tosantos y yo ya tengo morriña desde hace varios días. Imagino que la palabrita viene de la fiesta de “Todos los santos”, esta que existía antes de que Hollywood nos inculcara su Halloween anglosajón. No voy a entrar en discusiones sobre que fiesta es mejor o peor, cada cual que lo celebre como quiera. En Algeciras Los Tosantos ha sabido englobar ambas fiestas, algo que está muy bien para que esta costumbre local no se pierda.
Aquí está el cartel del año pasado,
 

Lo cierto es que Los Tosantos es una fiesta muy especial en Algeciras. He visto que en Cádiz también la celebran, me ha sorprendido enterarme por el blog de mi amiga Ruth http://candela123.blogspot.com.es/, y aunque hay algunas diferencias la celebración es bastante parecida.

En el caso de Algeciras no sé a cuando se remonta la tradición,  pero es una festividad muy celebrada por todos. Todos los 31 de octubre, al anochecer, el mercado o plaza de abastos abre sus puertas para que la gente pueda comprar frutos secos, chocolatinas, dulces y golosinas. La caña de azúcar y las castañas asadas eran los reyes de la noche hace no demasiados años, hace tiempo que no voy por estas fechas y como todo, no descarto que los gustos hayan cambiado. Luego, la gente sube al centro de la ciudad, a la Plaza Alta, donde suele haber bandas de música y teatros de marionetas para los más pequeños, que como siempre son los que mejor se lo pasan. Al día siguiente se sigue comiendo las exquisiteces que seguramente sobrarán esta noche, que para eso también es fiesta y los algecireños somos muy salerosos.
 
 

Este año tampoco puedo estar allí y como aquí no existe nada parecido,  he comprado unas castañas y nos la comeremos esta noche para celebrar Los Tosantos como Dios manda.
Mirad que foto más bonita he encontrado de la Plaza de abastos o Mercado Ingeniero Torroja en esa noche especial:
 

miércoles, 24 de octubre de 2012

Octubre ocupado


Como ya he empezado las clases de Literatura Creativa ando un poco liada con los relatos que tenemos que presentar cada lunes. El año pasado empecé el curso cuando mis compañeros llevaban ya unos meses por lo que Cristina, la profe, me he estado mandando trabajo que ellos ya habían hecho, para ponerme al día, así que he tenido tarea doble. Y este mes tenemos que leer además “Nada”, de Carmen Laforet, el cual estoy disfrutando mucho. Si unimos esto a que este año también me he apuntado a unas clases de Cultura Emprendedora y que me paso el día entre caminatas y la natación por aquello del “adiós al tabaco” pues resulta que estoy destrozadita. Pero bueno, no me viene mal, me gusta tener cosas qué hacer. Y entre estas cosas que ocupan mi mente también está elegir una película.
Os cuento:
Un lunes de cada mes, en Literatura Creativa, uno de los alumnos presenta una película basada en un libro. Para ellos ocupamos una sala de la Biblioteca Municipal de Antequera, edificio maravilloso que merece la pena visitar. Es uno de los mejores momentos de las clases, reunirnos todos para disfrutar con la elección de nuestros compañeros, elección que es alto secreto para todos hasta el mismísimo instante en que va a comenzar la cinta y la persona encargada de presentarla nos explica un poco las similitudes y diferencias entre libro y película, su parecer sobre ambas obras, etc...

Pues bien, me toca en diciembre y no puedo evitar estar pensando ya en ello. Dada mi afición al cine clásico sé que la mayoría de mis compañeros imaginan que presentaré alguna película en blanco y negro y es cierto que es en lo primero que pienso, pero yo no descartaría alguna basada en los libros de Stephen King o Agatha Christie y tampoco en esas novelas inglesas del siglo XIX que tanto me gustan. Por no hablar de la ciencia-ficción de H.G. Wells, Julio Verne o C.S. Lewis. Y ya puestos, como estaremos cerca de Navidad, nada mejor que una buena versión de esos clásicos navideños que nos hace sonreír cada año.

Se aceptan sugerencias, please.

lunes, 15 de octubre de 2012

El Chorro


Nuestra temporada de senderismo este año se ha inaugurado, como siempre, con la visita al Pantano del Chorro, maravilloso lugar que recomiendo a todo el mundo. A nosotros nos gusta tanto que le dedicamos nuestra primera y última caminata, o sea que en Octubre y Mayo andamos por allí e incluso puede que entre medias también nos acerquemos algún día. La mejor época, para mi gusto, suele ser esta, el otoño, pero la primavera también está bien para darse un paseo por sus alrededores. En invierno es demasiado frío, tiene demasiados árboles, sombra y humedad. Y en cuanto al verano no puedo opinar con el calor nunca se nos ha ocurrido.
 
Para el que no sea de por aquí, el Pantano El Chorro- pantano del Chorro, como decimos por estos lares- está entre Campillos, Teba y El Valle de Abdalajis, tres pueblos de la provincia de Málaga. En realidad hay tres pantanos unidos, rodeados por una vegetación maravillosa de pinos y eucaliptos. El paisaje es tan extraordinario que realmente merece la pena pasar un día caminando por los senderos que rodean la zona.
 
 
Entramos por Campillos y empezamos la caminata aparcando el coche por los alrededores de este restaurante, el cual por cierto también recomiendo porque se come muy bien. Bueno, este de la foto y cualquiera de los de allí. No he estado en todos pero me han hablado muy bien de ellos. No obstante nosotros solemos llevar nuestros bocadillos y comer en plena naturaleza.
 
 
Caminamos por senderos muy fáciles y cómodos de seguir.
 
 
 


Y pasamos por túneles como estos:
 
 
 
Y vemos cuevas como esta:
 
 
O estas otras vistas desde más arriba:
 
Porque si subimos unos de los caminos llegamos al Desfiladero de Los Gaitanes, un maravilloso lugar donde poder avistar buitres y unas vistas geniales de casi todo el parque natural.
 
 
Pero si no queremos subir podemos optar por quedarnos por los alrededores del pantano. Uno de los senderos nos lleva a la entrada del Caminito del Rey, el famoso paso que ahora está cerrado pero que planean abrir dentro de un tiempo totalmente rehabilitado.
 
 
 
 
 
 
Si queréis saber más sobre El Caminito del Rey podéis entrar aquí a informaros: http://es.wikipedia.org/wiki/Caminito_del_Rey
Nosotros terminamos nuestra caminata con una visita al mirador, para el cual tuvimos que subir esto:
 
 
 
 
Pero las vistas merecieron la pena como demuestra la primera foto.
Saludos.