La fábrica de
Galleros Artesanos de Rute, en Córdoba, crea un lazo de unión entre la Navidad
y el chocolate que todos los años sorprende a sus visitantes. Lo anuncian como “El Belén
de chocolate más grande del mundo”, y probablemente sea verdad. Hacer una
escapadita hasta el pueblo en estas fechas es algo esencial para muchísima gente. Docenas de autobuses llegan
diariamente cargados de visitantes para contemplar un museo muy especial que no
deja indiferente a nadie.
Antes de ver las
obras de arte en chocolate se puede ver la fábrica a pleno rendimiento. A más
de uno se le hace la boca agua ante el fuerte olor y las vistas de la
elaboración de múltiples delicias.
Tres meses de
trabajo y unos doscientos kilos de chocolate costaron realizar esta imagen de Isabel
Pantoja.
¿A que nunca habéis visto el carro de Manolo Escobar convertido en comestible?
Y aquí el
presentador Juan y Medio.
¿Podéis ver el ombligo de Letizia? La verdad
es que me hizo mucha gracia.
Este Bob Esponja
de abajo, por ejemplo, está hecho con 150 kilos de chocolate blanco, un trabajo
que realizaron dos maestros pasteleros durante tres semanas.
Y ya pasamos al
Belén, maravilla de las maravillas. Todo, absolutamente todo, está hecho del
dulce manjar de dioses. Contemplar cada casa, cada camino o detalle es una
recreación para la vista.
Por supuesto no
podía faltar la Sagrada Familia, esta vez enmarcada en un patio cordobés.
¿Y qué hacen después de Navidad con todo este chocolate? Pues lo funden en una chocolatada enorme para todos los colegios de la comarca.