No recuerdo la primera
vez que vine.
Tal vez cuando mi mente
aprendió a moverse sobre el papel. O quizás aquel día en que decidí que ya no
quería hacer otra cosa. Si algo he aprendido con los años es que es aquí donde
debo estar. En este entorno sin límites que me lleva a sobrevolar paisajes que
invento sobre la marcha y a crear personajes que terminan cobrando vida. Puedo
ser lo que quiera, realizar las empresas más inesperadas y obviar el tiempo.
Viajar al pasado y al
futuro y jugar conmigo y contigo. Cambiar mi vida, la tuya, la de todos.
No recuerdo la primera
vez que vine pero desde entonces estoy siempre aquí.
El único sitio donde
soy yo misma.