lunes, 19 de mayo de 2014

Una escritora que escribe sobre una escritora


D. E. Stevenson nació en Edimburgo en 1892. En realidad se llamaba Dorothy Emily Stevenson pero nunca quiso firmar con su nombre para crear un poco de misterio. En aquella época todo el mundo daba por sentado que las novelas escritas por mujeres tenían el mismo estilo y ella jugó a ser ambigua para que no pudieran encasillarla.

De hecho, ya desde su infancia sufrió con este tema, su padre no le permitió ir a la universidad, algo que Dorothy deseaba con toda su alma. Tampoco le gustaba que escribiera y siempre la obligó a hacer “cosas de mujeres”. Sin embargo, ella aprovechaba cualquier momento para escribir, su gran pasión, aunque tuviera que hacerlo a escondidas. Es curioso que su padre, siendo primo de Robert Louis Stevenson -el famoso escritor de La Isla del Tesoro entre otras muchas novelas, poeta y autor de varios libros de viaje- fuera tan intransigente con la hija.
 
 
Dorothy publicó su primer libro- Peter West- en 1923, estando ya casada. No volvió a escribir otro hasta 1932, pero a partir de entonces publicó prácticamente uno por año. Desde el principio, sus novelas se caracterizan por el humor, la sátira y unos personajes excéntricos y divertidos que son capaces de cualquier cosa. En principio parece una lectura sencilla que se lee de un tirón, pero a pesar de la simplicidad de los argumentos, sus obras contienen una gran profundidad moral, retratando las miserias y alegrías del típico pueblecito inglés de principios de siglo XX.

El libro de la Srta. Buncle, de 1934, es uno de sus mayores éxitos. En él cuenta como Bárbara se pone a escribir un libro para mejorar su situación financiera. Como cree firmemente que solo se debe escribir sobre lo que se conoce, decide hablar sobre su pequeño pueblo y sus habitantes. Para ello, imagina cómo podrían mejorar sus vidas e idea circunstancias que las haría mucho mejores. Algunas son disparatadas, aunque otras no tanto. En cuanto termina lleva el manuscrito a un editor de Londres, quien sorprendentemente cree que es una obra de arte y se lo publica. A partir de ahí se arma un buen follón. La novela obtiene mucho éxito, todo el mundo lo lee y por supuesto sus vecinos también quieren leerlo. Bárbara les ha cambiado los nombres pero no sus caracteres, manías y costumbres, por lo que cada cual se reconoce, muchos de ellos con indignación. El problema es que no saben quién es John Smith, el seudónimo de la escritora, por lo que se ponen a investigar. Otros se lo toman con humor e incluso más de uno sigue las indicaciones del libro para renovar sus vidas.

Como he dicho antes, es un argumento fácil, pero Dorothy lo aprovecha para hablarnos del mundo editorial, de los lectores y de la literatura en sí con todo el sarcasmo del mundo.


 
 El matrimonio de la Srta. Buncle fue escrito en 1936, y es la continuación del anterior. Después del revuelo que ha organizado con su primer libro, Bárbara no solo decide mudarse del pueblo, sino que además se casa con su editor, un hombre que la entiende mejor que nadie y está loco por ella. Mientras busca una casa en el lugar que han escogido para vivir, se entera casualmente del contenido del testamento de una  rica anciana. A pesar de que ha jurado guardar silencio sobre ello, no puede evitar manejar algunas situaciones para que el dinero de la anciana caiga donde cree que debe. Entre esto y la escritura de su segundo libro, Bárbara no para un momento, creando escenas hilarantes y volviendo loco a su marido.

La escritora tuvo que seguir con la protagonista porque miles de lectores se lo pedían insistentemente. De nuevo fue uno de los libros más vendidos del año.




Las dos señoras Abbot es el tercero de la saga. Lo escribió en 1943 porque mientras tanto se había dedicado a otras novelas. Aquí, los protagonistas se ven inmersos en plena guerra. El matrimonio tiene dos hijos y sigue viviendo en el pueblo anterior, rodeado de sus muchos amigos. Las tramas siguen igual de divertidas, aunque ahora nos encontramos con todo un regimiento del ejército acampado en una mansión cercana, algún que otro espía, una huérfana que se niega a volver con sus padres a Londres y una escritora de novelas rosa que quiere escribir cosas serias. Desternillante como las otras.
 

 

La Srta. Buncle, una de sus heroínas más queridas por el público, vuelve a aparecer en otras diferentes obras de la autora, algo que le gustaba hacer con su personajes famosos y que siempre era muy deseado por los lectores.

 

D. E. Stevenson estuvo escribiendo hasta 1970, tres años antes de morir. Aunque no es muy conocida en España, sí lo es en muchos otros países y ha vendido millones de ejemplares por todo el mundo.

 

4 comentarios:

  1. a mí en general me gustan más las novelas escritas por mujeres, no sé por qué. firmando así, no se sabía si esa autora era hombre o mujer, porque en esa época no venía en la contraportada de los libros una biografía del autor/a acompañada de una foto suya, como ahora.
    el otro día mi abuela comentaba que en su época incluso los mejores hombres eran machistas, porque era el pensamiento que les habían inculcado a todos y no se salvaba nadie...
    besitos, merchi!!

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    1. Seguro que tu abuela es un pozo de sabiduría, como todas las abuelas, es un gustazo hablar con ellas y que te cuenten cosas, sobre todo si como a mi te gusta la historia. Ellas te la cuentan de primera mano. A ver si esta escritora te gusta ;) Y gracias por hacer de mi secretario, jejeje... Estás en todo. Besosssssssss

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  2. Suenan requetebien. Tomo nota. Besotessss

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    1. Geno, creo que es una lectura genial para vacaciones, fresquita y divertida. Muchos besitos.

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