Aunque seguimos con calor -en algunos sitios más que
otros- ya se va notando la próxima llegada del otoño, sobre todo porque los días
son más cortos y porque se pueden ver algunas hojas que caen de los
árboles. Mientras vuelvo a la rutina de la época, intento dejar atrás los
largos meses de verano, que para mí han sido muy intensos. He tenido el blog
abandonado a mi pesar así que lo retomo ahora mismo hablando de algunos libros
que me han acompañado estas vacaciones.
Empiezo por un escritor alemán, Sebastián Haffner.
Me llamó la atención una reseña donde se hablaba de él en un periódico. Al
parecer su libro, el único que escribió, ha sido publicado sesenta años después
de su muerte, en 1999, convirtiéndose en una lectura imprescindible para
conocer la historia de Alemania en el siglo XX. A modo de biografía, Sebastián nos
habla del día a día de la dictadura nazi, lo que llevó a la gente a confiar en
un partido tan devastador y cómo otros tuvieron que largarse o aguantar el
chaparrón como pudieron. Es un tema trillado del que se ha hablado ya mucho,
pero siempre merece la pena leer Historia de un alemán porque es una maravilla histórica.
Resulta curioso observar cómo este abogado de clase media alta –no era judío ni
comunista, ni perteneciente a ningún grupo de riesgo- consiguió tener una
visión tan realista de lo que estaba pasando; al contrario que sus compatriotas
él no se dejo llevar por la histeria de la ideología y adivinó el desastre que
Hitler y sus secuaces llevarían a su pueblo. Acusa al resto de alemanes de ser
unos estúpidos que han olvidado que durante muchos años han estado representando
la cultura occidental y se avergüenza de ellos. Llega a decir que cuando un alemán
se hace nacionalista deja de ser alemán. Lo recomiendo a quien, como yo,
disfruta con la historia.
El último refugio es una novela típica de su
escritora, Tracy Chevalier. Estamos en 1850 y dos hermanas cuáqueras inglesas viajan
hasta América, donde una de ellas va a casarse con uno de los suyos. El viaje
se hace largo y pesado y Grace, la hermana casadera, cae enferma y muere al
llegar a destino. Sarah se queda sola. Al principio,
mientras espera que el novio de Grace vaya a rescatarla para llevarla a la comunidad, pasa
unos días con una mujer muy especial, una sombrerera que en secreto ayuda a
ocultar a negros esclavos que escapan del Sur. Lo que vive allí, unido a los
preceptos de su religión, le hace comprender que puede dedicarse a algo más que
a vegetar en una tierra que le resulta muy extraña.
He tenido en mis manos La reina de la remolacha de
Louise Erdrich, durante algunos meses sin decidirme a leerla. Nadie me había
hablado de ella y no estaba segura de que fuera a gustarme. Al fin, me puse a
ello y no me arrepentí. Terminé en unos cuantos días pues me resultó muy
amena tanto en los personajes como en su argumento. La historia comienza
cuando la madre de Mary Adare huye una noche dejándola sola con sus dos
hermanos pequeños. Estamos en plenos años 20, en una América profunda que lucha
contra la depresión. Tan solo pasan varios minutos desde que están solos cuando
alguien les quita el bebé por lo que Mary y su hermano Karl, totalmente
asustados y perdidos en un mundo desconocido, deciden ir en busca del amparo de
una tía. El camino no es fácil y encima terminan cada uno por un lado. Solo
Mary llegará a casa de sus parientes, pero no será tan idílico como ella
esperaba. Los años pasan y los
protagonistas siguen con sus vidas, pero ninguno olvida aquella triste noche
que los ha dejado marcados para siempre. No cuento más…
En internet definen Bajo una estrella cruel. Una
vida en Praga (1941-1968) de Heda
Margolius Kovály como una crítica a cualquier totalitarismo. Es la biografía de
la escritora, una hija de judíos acomodados cuya familia se vio inmersa en los
horrores de los campos de concentración durante la Segunda Guerra Mundial. Heda
consiguió escapar en uno de los traslados y permaneció escondida en Praga hasta
el fin de la contienda. Solo entonces pudo reunirse con su marido, Rudolf
Margolius, que también había sobrevivido y esperaba participar en el nuevo
gobierno de Checoslovaquia. Llegó a ser ministro de exteriores, pero una purga estalinista
lo llevó a la cárcel, donde terminó muriendo poco después. Heda y su hijo se
vieron confinados a una vida lamentable donde todo el mundo la
creía sospechosa y enemiga del régimen.
El alumno de Patrick Redmond nos cuenta la historia
de un colegio interno de los años cincuenta en Inglaterra. Jonathan es un chico
tímido, de clase humilde. No cree encajar en aquel recinto elitista donde los
otros alumnos se sienten felices y seguros. No tiene muchos amigos, solo unos
cuantos que son iguales que él, una especie de apestados para los demás. Pero
Jonathan va a conocer a Richard y todo eso va a cambiar. Porque Richard es muy
inteligente y además frío y calculador, va a su aire y no parece que le
guste nadie. Trata a todo el mundo con desdén, incluido al profesorado, del
cual se burla con indiferencia. Cuando Richard lo rescata de unos abusones,
Jonathan se siente entusiasmado por haber captado la atención de semejante
personaje. Sin embargo, con el tiempo se da cuenta de que detrás de Richard hay
algo extraño y malévolo que a la larga va a perjudicarle. Suspense hasta el
final.
Hace muchos años que descubrí a la escritora Nancy
Mitford. Me encantan sus libros, que son mordaces y críticos con la alta
sociedad inglesa, a la que ella misma pertenecía. La vida de Nancy y su familia
es ya una novela en sí misma. El padre, Lord Redesdale, era el típico aristócrata
inglés acomodado que vivía pletóricamente en el campo. Rodeado de sus perros de
caza y sus caballos, era amante además de la derecha política y criticaba
cualquier cosa que no fuera inglesa. Su mujer parió un hijo y seis hijas, lo
cual no impidió estar siempre preparada para cualquier eventualidad que su posición
requiriera, como nobles meriendas o invitaciones a lujosas casas campestres. Fueron
un matrimonio de lo más convencional hasta que sus hijas fueron imponiendo un
toque de originalidad a sus vidas. El caso es que la mayoría de ellas acabaron
siendo muy extravagantes para la época. Nancy se hizo escritora y se dedicó a
describir a todos ellos, incluidos sus padres, en cada desternillante novela
que publicaba. Su hermana Diana, casada con el heredero de Guinnes, se divorció
de éste para unirse en pecado a Sir Oswald Mosley, el famoso fascista británico
que pretendía adentrar el nazismo en la isla y que acabó siendo encarcelado.
Unity se hizo nazi y vivió en Berlín, donde conoció a Hitler y su camarilla, enamorándose
de todos ellos. Cuando Inglaterra declaró la guerra a Alemania, intentó
suicidarse incapaz de soportar que sus queridas patrias se enzarzaran en
conflicto. La devolvieron a sus padres y estuvo incapacitada hasta que murió
años después. Jessica se afilió al partido comunista y huyo con un sobrino de
Churchill a España, donde pretendieron luchar contra los fascistas de Franco.
Es ella la que narra la novela Nobles y rebeldes, una biografía de su vida y la
de su familia haciendo gala de un humor y sinceridad extraordinarios. Después
de leerla, he entendido muchos gags que Nancy empleaba en sus novelas y que sin
duda copió de la realidad de sus hermanas. Una historia muy, muy interesante.
He leído algunos más pero lo dejo para otra entrada.
Espero que hayáis pasado un buen verano.