Ha vuelto el calor, y hoy hacía tanto que no me
apetecía dar mi caminata diaria por los alrededores de Antequera, donde seguro que el sol iba a castigarme. Pensé en
callejear un poco, dado que así estaría protegida por alguna que otra sombra.
¿Siete u ocho kilómetros por dentro de la ciudad? ¿Por qué no?
Lo primero es tener ganas de subir cuestas, que no
faltan en Antequera. Pero si te pasa como a mí, que me comí un par de pasteles
de postre, esto viene fenomenal. Sudores y sudores, uf, venga, largaos, calorías, jeje...
Después de subir y bajar durante un buen rato,
encuentro cosas como estas:
Sè el número, pero dejo algo de intriga, sólo añado que es la ciudad con más iglesias por metro cuadrado y, antes, había más. Bonito paseo por cierto.
ResponderEliminarPrecioso, Lorena. Mientras lo hacía me he dicho que debía hacerlo más. Si las rocas y edificios hablaran... Besos, guapa.
Eliminarhola merchi! aunque eches de menos tu algeciras, vives en un sitio bien bonito. me encantan las fotos que has hecho. en esas calles de casas antiguas con adoquinado de piedra, parece que no pasa el tiempo.
ResponderEliminarsubir cuestas sí que cansa, sí. la física lo dice y la experiencia lo confirma. ;)
besos!!
Es verdad, Chema. Antequera es preciosa, tienes rincones únicos. Las cuestas son lo peor, jajaja, pero como digo en la entrada no viene mal para perder unas cuantas calorías. Besitos, guapo.
EliminarPor esas vistas merece la pena subir alguna otra cuesta de las que cuestan jejeje
ResponderEliminarPues si, pero no muchos días seguidos jejejeje...
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