Creo que
he comentado alguna vez que cuando era pequeña tenía un cuento favorito que
leía una y otra vez.
Imagino que conocéis esta historia: los niños
del barrio hacen un muñeco de nieve, lo visten y le ponen un nombre. Durante el
invierno, lo incluyen en sus juegos. Y lo miman tanto que el muñeco cobra vida.
Es tan feliz con sus amigos que cree que siempre estará con ellos. Pero
desgraciadamente los días van pasando y el invierno llega a su fin. Los niños
descubren un día que el muñeco ya no existe y que, en su lugar, sólo queda un
charquito de agua que contiene una gran zanahoria, unos guantes viejos y una
bufanda deshilachada.
Ignoro
por qué me gustaba tanto aquella historia. Tal vez porque yo nunca había visto
la nieve. Quizás porque me conmovía la personalidad del personaje, que era todo
ternura. O puede que fuera porque insistía en inventarme un final más feliz en
cada lectura, como si así pudiera perpetuar la vida del protagonista.
El caso
es que la figura del muñeco de nieve es mi preferida para adornar la Navidad,
confieso que me resulta muy entrañable. A veces también los dibujo, aunque son
copias y no creaciones mías. Me encanta colorearlos.
Por
cierto, después de probar una gran variedad de marcas de rotuladores, no tengo
duda alguna de que la mejor, con diferencia, es la Sharpie. La última que he
comprado, hace unos días, ha sido Faber-Castell y sinceramente me parece
horrible. Claro que después de usar un Sharpie es difícil conseguir tan buen
resultado con otra. Es una pena que no la vendan en España, aunque en Amazon se
puede conseguir a buen precio.
Y sí, en
mi imaginación el muñeco de nieve se encontró con un amigo y se fueron juntos
al Polo Norte. Allí viven felices desde entonces.
los relatos que hemos leído de niños o de adolescentes nunca nos cansan, y cada vez que los releemos encontramos detalles en los que no nos habíamos fijado.
ResponderEliminarestá bien eso de buscar un final feliz para esa historia, y tú que escribes tienes habilidad para ello. lo que no sabía es que dibujaras y colorearas tan bien. te han quedado genial el muñeco y su amigo.
besos!!
Gracias Chema, aunque copiar no es lo mismo que dibujar. El dibujo es una asignatura pendiente que tengo, pero me temo que no he nacido con ese don. Me dais mucha envidia los que podéis hacerlo. Besitos.
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