Siempre
había una lata en casa cuando yo era una niña.
Recuerdo que
por entonces veía a mi madre echársela en la cara en invierno, cuando el frío
arreciaba y la piel se volvía más sensible. La madre de una amiga mía presumía
de no usar ninguna otra crema y de tener el cutis perfecto gracias a ella. Por
aquellos tiempos, en verano, a los niños nos embadurnaban con ella cuando
regresábamos de pasar un largo día de sol en la playa. Para calmar la piel,
decían los mayores. Yo la soportaba porque a cambio del suplicio que me suponía
estar quieta mientras mi madre me la untaba por todo el cuerpo, tenía esta
maravillosa pelota con la que jugábamos mis amigos y yo.
Cuando me
quedé embarazada, las dos veces, volví a embadurnarme la piel con ella para
cuidar la aparición de estrías, sobre todo en la barriga. Me lo aconsejó una matrona que daba clases de
gimnasia pre-parto y que, según decía, siempre había utilizado esta crema. No
sé si fue el efecto de Nivea o mi piel, pero el caso es que conseguí no tener
estrías en ninguno de los embarazos.
Al igual que
mi abuela, mi madre y todas aquellas señoras sabias que he conocido a lo largo
de mi vida, me acostumbré a tener la lata azul de toda la vida siempre en casa,
preparada para cuando la pudiera necesitar. Con el tiempo, he ido probando
otras cremas corporales y faciales, por supuesto, algunas de precio mucho más
elevado, pero he procurado usar esta para las manos cuando se me ponían muy
secas o cuando aparecía de nuevo una invasión de placas de psoriasis. También
las usé con mis hijos, sobre todo cuando volvíamos de la playa, al igual que mi
madre hacía conmigo.
Si cuento
todo esto es porque hace días, después de que mi pierna fuera despojada de las
vendas donde había estado aprisionada,la fisioterapeuta que me ayuda en la
rehabilitación, una chica joven, me dijo:
-
Huy,
mejor que uses crema, pero la Nivea de toda la vida, la de la lata azul.
Y es que la
pierna daba penita verla, seca como una mojama. Cuando me la vi así, después
de mes y pico, casi me da algo. Esa misma noche, después de la ducha, me eché
“pegotones”, literalmente, por toda la pierna hasta que la dejé pegajosa como
una tostada con mantequilla. Al día siguiente, libre de pellejitos, la
fisioterapeuta me dijo:
-
¿Te
has pasado la noche dándote con un cepillo?
Porque mi
pierna aparecía lustrosa como el culito de un bebé. Desde entonces me la pongo
todos los días y el buen resultado es evidente. Tanto que no dejo de recordar a
todas esas mujeres de las que oía hablar sobre la crema cuando era pequeña. Y
como a medida que vas cumpliendo años aprendes a valorar los remedios más
simples, estoy por hacer como mi abuela, mi madre y sus amigas: olvidarme de
otras marcas que te prometen milagros
que luego no se cumplen y usar la Nivea de la caja azul, la de toda la vida,
para todo.
PD: Y encima no testan en animales, que esto también me parece importante.
Yo siempre llevo una latita en el bolso. Anda que no es buena!!!
ResponderEliminarla nivea la he utilizado algunas veces para las manos, porque en invierno se me agrietan por el dorso. además es que me las lavo mucho. peor fue una vez que me salió un sarpullido por las palmas, quizá porque tocaba algo que me daba alergia. el volante del coche cuando conducía, o yo qué sé... me dijeron que tenía que hacerme unas pruebas que consistían en ponerte unos parches durante cinco días, que como no se podían mojar no podías ducharte. pensé para mí que se los pusiera su tía. :D se me acabó quitando solo.
ResponderEliminarlo de la psoriasis es una faena, pero afortunadamente la dejaste atrás. y lo de la pierna, pronto se te volverá a hidratar la piel. no ha habido nada, sólo ha sido por estar aprisionada entre vendas, como dices. lo importante es que ya te las hayan quitado, es un progreso. :)
besos!
Si es que la Nivea "la de toda la vida" es de lo mejorcito para todo, tal y como cuentas y además huele de maravilla, al menos a mi me encanta su olor XDDD
ResponderEliminarChema, la psoriasis va y viene como el Guadiana, pero ahora, como vivo en clima seco que al parecer favorece que no brote, la llevo controlada. Además, ya no preocupa tanto como cuando tenía 16 años. También es verdad que nunca me ha dado un brote tan fuerte como ese, que fue el primero.
ResponderEliminarGeno, se me ha olvidado decir que el olor me trae tantos recuerdos que podría pasarme horas oliéndola.
Ruth, yo voy a hacer lo mismo y llevarmela a todas partes ;)
wapa... vas mejorcito verdad???? que ganitas tendrás de que te den el alta de una vez no???
ResponderEliminaren casa de mi suegra siempre hay una lata de esta crema, y la peque, que le encanta "embadurnarse" de crema, se la pone a su abuela en las manos, hasta que ya no absorbe más..jajaja así que ella tendrá también recuerdos de esta crema en muchos años...
un besote wapa!!
Gracias, Fargopatt. Ya voy mejor. Me ha encantado el detalle con tu hija con la abuela, son cosas que nunca se olvidan ;)
ResponderEliminarThank you Aida. Im going to visit your blog ;)
ResponderEliminarOh, a mí esta crema me recuerda a una tía, que siempre guardaba en el armario esa famosa latita azul. La verdad es que yo, como buen macho ibérico, huía de cualquier tipo de potingue, Nivea incluida jajaja. Ahora que nos estamos haciendo todos un poco metrosexuales (y que la edad no perdona) tengo mi propia crema hidratante de Mercadona... no sé si será mejor o peor, la verdad, pero no me va mal. :P
ResponderEliminar¡Besos!
X, mi marido es incapaz de usar ninguna crema, dice que no aguanta el pringocheo, jajaja.. Hoy mismo le he dicho que tiene unas arruguitas que debe ir cuidandose y me ha mirado muy raro, jajaja.. Me parece que estas cosas están cambiando, conozco tios que se cuidan más que nosotras ya. Si te va bien la crema del Mercadona es perfecto, pero si dedices cambiar prueba la Nivea y ya me cuentas.
EliminarMe alegra mucho verte en activo otra vez ;)