jueves, 23 de mayo de 2013

Jane Austen



Hace tiempo que quería crear una entrada para hablar sobre ella, pero no ha sido hasta hace unas semanas, animada por mi hermana, cuando lo anoté como una tarea pendiente. Decir que la adoro es poco. Creo que tendría trece o catorce años cuando la descubrí. Orgullo y prejuicio, Jane Austen, eran las únicas palabras que aparecían en aquel tomo –sin fotos ni sinopsis- que vi en la Feria del Libro en la Plaza Alta de Algeciras.  Aún me pregunto por qué me llamó tanto la atención. Mi madre accedió a comprármelo, y aunque no recuerdo el precio, si puedo recordar cómo, minutos más tarde, me sumergí por primera vez en el mundo de las hermanas Bennet y el Sr. Darcy. Han pasado muchos años desde entonces, pero aún sigo leyéndolo de vez en cuando. Y es que cuando Jane Austen te atrapa, lo hace para siempre.

Conocer a la escritora me costó algún tiempo más. Me gustó encontrar en el mapa el lugar de su nacimiento, Stenventon-Hampshire-Inglaterra, e imaginar aquellos verdes prados salpicados de casas majestuosas del año 1775, esas casas que luego ella describe en todas sus obras. Supe también que su padre fue un reverendo sin muchos recursos, y que ella y su hermana Casandra estuvieron muy unidas ante el resto de hermanos varones. Ambas estudiaron juntas, pero fue la enorme biblioteca del reverendo la que inculcó a Jane su amor a las letras. Me la imagino leyendo y escribiendo a la luz de una vela, arropada con un chal, mientras la lluvia golpetea las ventanas de su habitación. Y la veo sonriendo irónicamente ante esos personajes extremos -y reales- que tan bien supo crear. Porque la ironía tuvo que ser una parte importante de su carácter a juzgar por cómo, sutilmente, critica las penalidades femeninas de la época, aquella en que la mujer no poseía nada que no le diesen los hombres, primero los padres y más tarde los maridos. Nacían para casarse y para el matrimonio se esmeraban desde niñas. La propia Jane estuvo a punto de casarse, aunque la cosa no cuajó sin que se sepan muy bien los motivos. Y años más tarde, cuando la familia pasaba largas temporadas en Bath – ciudad de balnearios donde curarse de enfermedades varias y para concertar citas como ella bien describe en Persuasión y La Abadía de Northanger-   parece ser que un hombre estuvo interesado hasta el punto de pedirle matrimonio. Pero Jane no se comprometió tampoco esta vez. ¿Tal vez por qué pensaba que era feliz únicamente con sus escritos? Comenzó a hacerse tan conocida que el propio príncipe regente –al cual le dedicó Emma- esperaba cada publicación con ansias. Sin embargo su hermano Henry, que era el que llevaba sus asuntos comerciales, no la hizo rica ni mucho menos. Además Jane enfermó repentinamente- se dice que la causa pudo ser la enfermedad de Addison- y el dinero se iba a espuertas en tratamientos médicos y casas de reposo. Casandra estuvo con ella hasta el final, cuando a los 41 años, Jane dijo adiós a este mundo y nos dejó sin conocer ninguna otra obra suya.  
 
 

Hablar de sus libros es reiteración. Todo el mundo los conoce aunque sea por las muchas adaptaciones al cine o en series que se han hecho de cada uno de ellos.
Sentido y sensibilidad
 
 Orgullo y Prejuicio
 
 Emma
 
La Abadía de Northanger
 
 
 Persuasión
 
Mansfield Park
 
 Lady Susan… y las dos incompletas Sanditon y Los Watson, que una de sus sobrinas terminó años más tarde.

Interesantes algunas de las películas que se han hecho últimamente sobre la propia escritora, como La Joven Jane Austen, donde se especula sobre su primer romance. Y aunque la cinta tuvo muy malas críticas por las libertades que el guión se permitió, inventándose gran parte de la historia, está bien para pasar un rato y conocer el entorno en que vivió.
 
 

Miss Austen Regrets, nos cuenta sus últimos años, cuando una de sus sobrinas le pide consejo sobre el amor y el matrimonio y ella, mientras lo hace, también le habla sobre sus experiencias al respecto.
 
 

Y en torno a sus novelas, Conociendo a Jane Austen nos muestra a un grupo de lectores que se reúnen una vez a la semana para estudiar los libros de la autora mientras vamos conociendo sus vidas, las cuales inevitablemente se ven influenciadas por los personajes de cada novela. No es una gran película y en ciertas partes flaquea un poco con los tópicos típicos de Hollywood, pero si eres amante de Jane Austen y te sabes de memoria sus libros, te la tragas e incluso la disfrutas.
 
 
¿Y algún musical? Pues también. Bodas y Prejuicios. Una historia actual sobre una Elisabeth Bennet india y un Sr. Darcy inglés. Divertida, con una fotografía excelente y unas canciones muy pegadizas.
 
 
Y siguiendo con el traslado de sus historias a la época actual, Clueless, una Emma moderna y pija en Los Ángeles.
 
 

Y por último, aunque ya hablé sobre ella en alguna entrada anterior, mencionar la serie de la BBC Lost in Austen –Perdida en Austen- porque… ¿a qué persona que haya leído Orgullo y Prejuicio no le gustaría viajar en el tiempo y conocer de primera mano a cada personaje? Pues eso es lo que le pasa a la protagonista de esta serie, una chica londinense que lee una y otra vez la historia de Elisabeth Bennet y Darcy y que un día descubre cómo adentrarse en la novela desde su propia casa. En clave de humor, la chica se ve envuelta en la trama, prendida por Darcy y estropeando algún que otro asunto de la novela original. Creo que Jane Austen se echaría a reír de poder verla.
 
 

Hay muchas más versiones y adaptaciones…, incluida alguna sobre zombis en Orgullo y Prejuicio en novela. Y no se me puede olvidar La nueva vida de Miss Bennet, de Colleen Mccullough, la famosa escritora de novelas históricas, quien nos cuenta aquí una posible salida para la hermana patito-feo Mary Bennet.
 
 

Durante años se ha estado diciendo que Jane Austen es una escritora de mujeres, término ya de por sí insultante y que se supone engloba esa literatura que no tiene otra pretensión que el romance. Pero, afortunadamente, hace algún tiempo que se le está otorgando la categoría que merece. Porque supo retratar el siglo XVIII como muy pocos. Y porque es única e inimitable.

 

4 comentarios:

  1. merchi, al leer esta entrada me dan ganas de volver a leer 'orgullo y prejuicio', que lo tengo por alguna estantería. recuerdo que los diálogos eran muy ingeniosos. las historias de la inglaterra victoriana resultan graciosas, porque había cosas que se consideraban transgresoras y que ahora nos parecen de lo más inocentes. y lo de tener que casarse con alguien a quien no querían era una penalidad pero, como dices, jane austen sabía tratarlo con ironía.
    besos!

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  2. Siempre es un placer volver a leerlo, Chema. Yo le encuentro un hueco siempre que puedo ;) Un besito, Chema.

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  3. Me encanta, aunque he de reconocer que me quedan unos cuantos libros por leer y películas por ver. Destacar que he visto Clueless un montón de veces y ahora me entero de que es una Emma moderna, jajajja No me habia dado por relacionarlas. Vi Lost in Austen hace tiempo muy recomendada por una amiga y me gustó muchísimo. Pero sin duda la mejor adaptación a la pantalla de cualquier obra de Jane Austen es el Orgullo y prejuicio de la BBC con ese Colin Firth encarnando como nadie a Mr Darcy

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  4. Estoy de acuerdo contigo, Geno. Y si has visto "Lost in Austen" te darías cuenta de la alusión al "paquete" de Colin Firth, jajaja, algo muy popular entre las féminas britanicas. Para mí es el mejor Darcy hasta el momento. Y al igual que la serie que hizo él, me han quedado algunas otras por mencionar, pero la entrada se me iba a hacer eterna así que opté por abreviar. La próxima vez que veas "Clueless" hazlo pensando en Emma y verás las coincidencias. Un beso, guapa.

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