Mis hijos y yo tenemos una especie de juego donde pensamos
en que actores podrían haber sustituido a otros en películas famosas. Por
ejemplo, imaginamos a Joseph Cotten interpretando el papel de John Wayne en El
hombre tranquilo, o a Charlton Heston en el papel de Mortimer Bruxter en Arsénico
por compasión, ese personaje que Cary Grant bordó e hizo famoso. Algunas
propuestas nos hacen desternillar de risa y otras, sobre todo cuando se trata
de películas clásicas con actores de leyenda, nos llevan a la conclusión de que
hay muchos que no se podrían sustituir por nadie.
Creo que esto es lo que pasa con Paul Newman y La
leyenda del indomable, esa película y ese papel que estaban hechos para él,
para su físico, sus estudiadas interpretaciones del método Stanislavski y ese
aire de niño pícaro pero buena gente que conquistó las pantallas.
La película se realizó en 1967, dirigiéndola Stuart
Rosenberg con guión basado en una novela de Donn Pearce. Aparte de Paul Newman
se escogieron a actores tan acreditados como George Kennedy – que ganó el
Oscar al mejor actor secundario-, Wayne Rogers, Dennis Hopper y varios otros muy
conocidos del cine de la época. Años después, fue archivada en el National Film
Registry de la biblioteca del Congreso de Estados Unidos, algo que se considera
un gran honor para cualquier película del país.
Luke Jackson –Paul Newman- es un veterano de guerra que
acaba condenado a dos años de cárcel por destrozar parquímetros durante una
noche de borrachera. La prisión donde lo llevan es la típica penitenciaría,
dura y severa, donde los presos tienen que someterse a trabajos infernales, en
este caso a la construcción de una carretera. Luke encuentra a una variedad de
criminales peligrosos que están acostumbrados a la violencia, entre ellos
mismos y de los carceleros, y aunque al principio tiene algunos choques que
hacen temer por su vida, pronto se convierte en alguien querido por todos.
Decir que es un drama carcelario sería quedarme
corta. Porque La leyenda del indomable es mucho más que eso, es un canto a la libertad,
una crítica al despotismo y al sistema, una lucha de perseverancia y lealtad a uno
mismo. Algunas escenas nos regalan momentos que siempre permanecerán en
nuestras retinas: la pelea de boxeo donde el personaje de Paul Newman se
levanta una y otra vez después de cada golpe para no rendirse, la comilona de
50 huevos cocidos por una apuesta, las prisas por echar el alquitrán – “Hemos
terminado dos horas antes, ¿qué hacemos ahora?”-, el rostro expresando libertad
cuando se escapa para ver la tumba de su madre…
Cuando Paul Newman murió en 2008 se habló mucho de
sus películas, algunas valoradas como verdaderas obras maestras
por los cinéfilos. Curiosamente la mayoría eligió esta, en original Cool Hand
Luke, como la mejor que había interpretado. Para mí hay otras muchas que no
puedo descartar pero La leyenda del indomable estará siempre entre mis
favoritas. Y no, no puedo imaginar a ningún otro actor interpretando a Luke
Jackson.
curiosamente, mi padre tiene la costumbre de llamar 'artistas' a los grandes actores de las películas clásicas, mientras que el término 'actores' lo utiliza para otros intérpretes de menos categoría. en cierto modo tiene sentido, es que esos actores de antes eran verdaderos artistas en todo el sentido del término, tenían un carisma especial... pertenecen a esa categoría cary grant y audrey hebpurn, que los tienes en el margen del blog. ;)
ResponderEliminarbesos!
Tu padre tiene razón, Chema, aquellos eran artistas en toda la extensión de la palabra. No todos, claro, tal vez algún día me de por hacer una entrada sobre malos actores clásicos, que los hubo, jejeje... Pero los buenos, esos que hicieron películas que todavía vemos a menudo, eran geniales. Besitosssssssssss
ResponderEliminarOooh es que Paul Newman es insustituible. Me gusta esta película pero no es de mis favoritas de las suyas aunque reconozco que su interpretación es magistral
ResponderEliminarGeno, ¿has visto "El premio"? Paul Newman para comerselo ;) No es una de sus mejores pero hay que verla por él. Besitossssss
ResponderEliminarHuy sí, genial. La verdad es que pocas me quedaran por ver, alguna seguro porque trabajó mucho... Me encanta en La gata sobre el tejado de cinc también
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