Aunque el tiempo sigue lluvioso y por ratos hace bastante frio todavía, lo
cierto es que faltan solo unos días para que la primavera se adentre en
nuestras vidas y pinte de colorido el ambiente. Al menos es lo normal, aunque
con los cambios climáticos que sufrimos actualmente cualquiera sabe. Concretamente
el 20 de marzo a las 12 horas-02 minutos hora peninsular – una hora menos en
Canarias – la tendremos aquí. No me preguntéis el por qué de esos 02 minutos,
son cosas del Observatorio Astronómico Nacional y yo desgraciadamente no tengo
relación alguna con ellos.
Como siempre que pienso en primavera es inevitable que recuerde mis rutas
de senderismo preferidas, voy a dejaros unas fotos que hice el último día que
salí a caminar, justo el día de mi caída. Ya os comenté que me había
accidentado cerca de Zuheros, un pueblecito de Córdoba que forma parte de la
Ruta del Aceite, un lugar que nos encantó y que pienso volver a visitar en
cuanto pueda.
Está a unos 620 metros de altitud y solamente tiene 900 habitantes. El origen del pueblo se remonta al siglo IX, cuando los árabes se instalaron allí construyendo un original castillo sobre las rocas.
Las callecitas estrechas, los suelos empedrados, los puentes, los pasadizos entre una calle y otra…,
todo se conserva de manera singular, dándole un aspecto antiguo y acogedor que nos encantó.
Las vistas desde cualquier punto son preciosas. Estuvimos sentados en un
banco de la plaza principal comiéndonos nuestros bocatas y deleitándonos con el
paisaje que nos rodeaba. A nuestro lado, el castillo hecho en la roca, una
verdadera obra de arte que nos hizo divagar de cómo harían para construirlo en
aquella época. Y la pequeña y encantadora iglesia.
Hay varios restaurantes, bares y casas rurales para alquilar. Aunque
nosotros lo hemos descubierto hace prácticamente poco tiempo, al parecer es un
sitio muy concurrido por senderistas y amantes de la naturaleza. Por cierto,
mientras comíamos en la plaza, uno de los restaurantes cercanos despedía un
olorcillo tan apetecible que prometimos volver otro día para sentarnos en
su terraza y probar uno de sus platos.
Volveré, Zuheros, pero la próxima vez procuraré no tener tan mala pata,
jajajaja…
qué bonito, merchi. me encantan esos pueblos antiguos en los que parece que no pasa el tiempo. el castillo es precioso, y sí que es intrigante cómo lo construirían sobre la roca. los árabes eran muy listos, es una civilización de la que han salido muchos matemáticos.
ResponderEliminarespero que muy pronto estés en condiciones de caminar como antes. y eso, no dejes de volver a ese lugar, que en primavera tiene que ser bien bonito. ;)
besos!
Chema, incluso inventaron los números que usamos ahora, así que te a tí te encantarán, jajajaja... Gracias por tu ayuda, no sé si te has fijado que ya he colocado las etiquetas. ¡Lo que tú no sepas! Un beso.
EliminarUn sitio muy bonito y las fotos son preciosas. Cuando vuelvas fijate bien por donde pisas XDDD
ResponderEliminarjajaja, Geno. Me prometí a mí misma que en cuánto pudiera iba a hacer el mismo recorrido e incluso pasar por la pendiente donde me caí. ¿Seré capaz? No lo sé, jajaja, pero creo que me vendría bien para perder el miedo. Un besito, guapa.
EliminarTengo un amigo que vive en el campo, cerca de Palenciana. A ver si puedo visitarlo antes de que venda la casa, está en ello. Bs.
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