Esta segunda quincena de agosto tocaba ir al cine.
Como mi hija y yo compartimos el gusto por las películas apocalípticas, enseguida
nos animamos a ver las dos que más se anunciaban.
La primera, Guerra Mundial Z, trata sobre una extraña
epidemia, altamente contagiosa, que de repente asola a todo el planeta convirtiendo
a todo bicho viviente en zombi. Solo unos pocos pueden librarse y son ellos
los que deben tratar de ordenar el caos que se organiza en cuestión de
momentos. Brad Pitt va en busca de una cura dejando a su familia a salvo, algo
que le hace recorrer medio mundo y enfrentarse a muchos peligros y algún que
otro zombi.
Lo mejor: la fotografía, impresionantes escenas muy
bien conseguidas. El movimiento marabunta-zombi es espectacular, una riada de
personas capaz de menearse como un tsunami, o sea que el encargado de los
efectos especiales se lo ha currado. En general el nivel de atención es
bastante alto, sin decaer un momento, y con algunas frases que me llamaron la
atención, como cuando un joven científico explica que la madre naturaleza es
una asesina en serie, algo que me hizo recordar algunas enfermedades que
desgraciadamente aparecen de repente en cualquier familia.
Lo peor: Algunas veces las escenas se mueven
demasiado deprisa, algo que parece habitual en el cine actual pero que a mí,
acostumbrada al cine clásico, me marean muchísimo. Previsible, por supuesto, el
guión, pero bueno, ya sabe una que va a ver ¿no?
En definitiva, es una película para ver en familia,
sin vísceras a la vista y donde los personajes son buenos y luchan para salvar
a los zombis, a los que se les trata como enfermos y no como asesinos. Una
visión diferente.
La segunda película, Elysium, nos cuenta la historia
de la Tierra en un futuro no demasiado lejano. El planeta está devastado,
contaminado y hecho polvo, por lo que los más pudientes se han mudado a
Elysium, un planeta artificial donde todo es belleza y armonía. Mientras en la
Tierra la gente malvive como puede, con deficiencias técnicas, medicas y de
todo tipo, arriba los ricos viven de puta madre. No tienen grandes problemas e
incluso sus adelantos médicos les proporcionan curas a cualquier enfermedad.
Tienen una estricta vigilancia para que los de abajo no puedan molestarlos,
aunque los necesitan para ciertos trabajos que perpetúa su nivel de vida. El
problema es que todo el mundo en la Tierra quiere vivir allí, claro está, sobre
todo aquellos que tienen problemas de salud y que saben que en Elysium pueden
curarse en pocos minutos.
Lo mejor: El tema es interesante, yo diría que
incluso puede resultar premonitorio. La fotografía está muy bien conseguida.
Jodie Foster y Matt Damon hacen un buen papel, aunque el mejor actor de todos –que
tuve oportunidad de descubrir en Distrito 9- es Sharlto Copley, el sudafricano
camaleón de la pantalla.
Lo peor: Demasiada pelea. Me hubiera gustado que
profundizara algo más en ambos mundos y sus personajes.
Al final resulta una película de acción más que otra
cosa.
¿Y vosotros? ¿Las habéis visto? ¿Qué os han
parecido?