Ayer fue mi cumpleaños. De todos los regalos que he
recibido, el que más me ha gustado ha sido estar en Estepona todo el mes de
Julio. Después de mi segunda operación el 30 de Abril, y de complicárseme la
recuperación con una neuropatía, necesitaba salir de casa y de Antequera por
una temporada. Hemos estado en un apartamento propiedad de mi amiga Pepa, en
una tranquila urbanización a cinco kilómetros de la playa, en plena montaña,
rodeados por un esplendido campo de golf.
Solo por la terraza y las vistas ya
merecía la pena estar allí, pero es que además, el fresco que nos llegaba a
todas horas nos ha hecho muy, muy felices.
Tranquilidad absoluta. Silencio y paz. A
veces era como estar viendo un programa del National Geographic: pinzones,
milanos, conejos… Podéis ver aquí algo de lo que yo veía cada día, aunque
lamento decir que los animales, esos que nos tenían entretenidos todo el rato,
no se dejaron fotografiar.
En esta foto, al fondo, se puede ver Gibraltar y a la
izquierda, esa montañita algo borrosa, África. Una maravilla despertarse y
tomar el desayuno en la terraza contemplando
esas vistas.
Molly también ha estado feliz y relajada. A pesar de
que no le gusta salir de su entorno y suele estar muy nerviosa siempre que la
llevamos de visita a una casa que no conoce, esta le encantó desde el primer
momento y la hizo suya enseguida. Para colmo ha estado varias veces en una
playa cercana donde se puede llevar perros y lo ha pasado pipa bañándose en el
mar.
Hemos sido visitados continuamente por familiares y
amigos, con los que hemos compartido alguna que otra comilona, baños en la
piscina y excursiones por la ciudad. Estepona está preciosa. Tiene muy buen
ambiente y da gusto pasear de noche por el Paseo Marítimo. Lástima que mi cámara
me fallara algunas veces y no hayan salido todas las fotos que hice. Aquí solo
algunas. La luna llena estaba hermosísima sobre el mar, aunque la foto es mala.
Mi estancia allí ha sido positiva también por
razones de salud. Todas las mañanas iba hasta Algeciras, a media hora de
camino, donde he estado en una clínica de rehabilitación estupenda. Ejercicios
en la piscina por la tarde. Andar unos cuantos metros al anochecer. Y siempre
la brisa cercana del mar, esa brisa que se adentra en el espíritu y hace que
las cosas parezcan mejores.
Ya estamos de nuevo en casa, con un calor horrible
que nos ha golpeado, literalmente, nada más entrar en la ciudad. Echamos de
menos el fresco, las vistas y sobre todo la buena compañía. Otra vez será.
merchi, siento que la recuperación de tu pierna se haya complicado. es que el cuerpo humano es muy complejo... pero me alegro de que tu estancia en estepona te haya servido para recuperarte. y no es de extrañar, porque es un precioso lugar. la foto en la que se ve gibraltar y la punta de áfrica es impresionante. tu perrita, qué graciosa! :) ah, y yo también hago fotos a la luna, jeje.
ResponderEliminarespero que ayer lo pasaras genial en tu cumple. ya vi que te hicieron unos regalos muy chulos.
besos!!
Gracias, Chema, por tantos detalles. La verdad es que era un sitio precioso y relajado, nos ha gustado mucho. Espero que tú también lo estés pasando muy bien en tus vacaciones. Disfruta mucho. Besos.
ResponderEliminarComo para no mejorar la salud en ese ambiente. Aunque haya tenido algún inconveniente, espero que tu pierna ya vaya mucho mejor, que creo que sí, por lo que cuentas. Pero he de decir que, en mi opinión, la que mejor lo ha pasado el Molly XDDD
ResponderEliminarSin duda, Geno, Molly ha sido la que mejor lo ha pasado. Y no solo por la playa y el fresquito de la terraza, es que con los años ya no está tan arisca, ahora le encantan las visitas y como allí no hemos parado de tenerlas, ella tan feliz ;) Besitos.
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