Sigo encontrando cosillas que hace años no veía,
esta vez mientras buscaba unas fotos que me había pedido una de mis hermanas.
No es que tenga tantas reliquias como para fundar un museo familiar, pero lo
poco que conservo está guardado por aquí o por allá y claro, es inevitable que
a la caza de algo en especial aparezca otra cosa que no me esperaba. Así, esta
mañana, tuve varias sorpresas muy agradables y emotivas para mí.
Cuando mis hermanas estudiaban en Madrid, solían enviarme postales a menudo. Me gustaban tanto que incluso jugaba con ellas como si fueran mariquitinas. Hoy he encontrado estas:
Entre todo esto he encontrado también este
librito que nos tuvimos que aprender para hacer la Primer Comunión:
Pero lo más curioso de todo es que dentro de sus
páginas ha aparecido esto sin que yo tuviera idea de haber conservado algo así:
¡Es que me pasaba el día comiendo chicles de esos!
qué postales tan bonitas, merchi. a mí también me gusta hacerlas yo mismo, aunque sea escaneando alguna imagen de esther que vaya a tono. esa que hiciste dedicada a tu madre es preciosa.
ResponderEliminarno hace mucho le pregunté a mi madre si sabía dónde estaba el album de fotos de mi primera comunión, casi con miedo de que no supiera donde estaba, pero lo tenía perfectamente localizado, jeje.
besitos!
Chema, pero a ti te salen geniales. Yo no he vuelto a hacerlas desde que era niña. El dibujo no es lo mío, jejeje... Besitos.
Eliminarque tesoros!!!! una maravilla sobre todo los recuerdos que aparecen sin querer!!!
ResponderEliminarun besote wapa
Si, guapa. Es lo único bueno que sacas cuando, por ejemplo, haces una limpieza general, jajaja...Besitos.
EliminarOoooh geniales, me encantan las postales :-D
ResponderEliminarGracias, Geno. Besitos.
Eliminar¡Qué dibujos tan tiernos! Yo también las habría guardado.
ResponderEliminarSon de esas cosas que se guardan y luego ni te acuerdas de ellas. No se, supongo que me hago mayor porque ahora me emocionan mucho, jejejeje... Besitos.
EliminarTambién yo me encuentro con gratas sorpresas de vez en cuando. Por cierto, ¡me encantaba jugar a las mariquitas!
ResponderEliminarA mí también me gustaba mucho jugar con ellas. Tenía una caja entera repleta de ellas. Tal vez algún día encuentre esa caja también, jajajaja...
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