Empiezo diciendo que me da un poco de vergüenza publicar esta receta. Los
blogs de cocina que sigo, que son bastantes, son realmente maravillosos, con
entradas bien elaboradas, explicando paso a paso cada movimiento y poniendo
unas fotos que parecen de profesional. Yo he hecho las fotos a lo bestia, con
el móvil -que dicho sea de paso no da para mucho, pobrecillo- intentando que
salieran lo mejor posible pero viéndome en dificultades a causa del vapor, la
luz, etc. Así que pido perdón desde ya porque algunas son realmente horribles.
Sin embargo, quería publicar esta entrada porque es una receta que suelo
hacer bastante y que mucha gente me pregunta cómo se hace cuando la prueba en
casa. También suelo explicarla en muchos sitios porque, como me encanta la
cocina, a veces es inevitable que termine, sea donde sea, intercambiando
recetas con cualquiera. Alguien me comentó el otro día que la pusiera aquí
porque en plena calle no se quedaba con los ingredientes, así que aquí está, sobre todo para algunas de las chicas de rehabilitación.
La llamo así porque hace unos años, cuando mi
hijo se fue a vivir a Cáceres, estuve investigando páginas de Extremadura y
¡cómo no!, descubrí algunas sobre cocina típica donde había un guiso extremeño
parecido a este. Luego lo he ido adaptando un poco a nuestros gustos y al final se ha quedado en esto que para nosotros sigue llamándose igual.
INGREDIENTES
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Una cebolla
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Una lata de tomates troceados o varios tomates rojos
naturales troceados
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Un buen puñado de judías verdes
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Una bolsa de acelgas
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Tres o cuatro zanahorias
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Dos dientes de ajos
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Una patata grande
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Jamón ibérico
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Una cuchara de pimentón, laurel, una pastilla de caldo
de verduras, perejil,agua…
Empezamos picando la cebolla bien fina y la echamos en una cacerola donde
previamente hemos echado un buen chorreón de aceite de oliva.
Una vez que esté
pochadita, agregamos los tomates o la lata. A mí me gusta esta lata de tomates
troceados del Mercadona porque, sinceramente, me cuesta encontrar buenos
tomates rojos para guisos en determinadas épocas y si probáis esta, veréis que
es bastante buena.
Dejamos que se vaya haciendo a fuego medio y mientras, troceamos las
zanahorias a trocitos bien pequeñitos. En mi caso las echo en la Termomix para
que se queden muy picadas. También lo hago con las acelgas porque me gusta que
queden picaditas pero se pueden poner enteras, no hay problema.
Toda esta verdura la vamos echando en un bol y cuando la cebolla y el
tomate estén refritos la agregamos a la cacerola. Movemos todo y echamos la
cucharada de pimentón, la pastilla de caldo y la hoja de laurel, que cortaremos
para que tenga más sabor. Volvemos a mover todo para que se mezcle y dejamos un
par de minutos.
Pasado este tiempo cubrimos con un poco de agua, removemos de nuevo y
esperamos a que las judías pierdan un poco su dureza.
No sé deciros el tiempo
porque soy de las que comprueba la comida probándola, o sea que es cuestión de
ir mirando mientras movéis de vez en cuando, pero como las corto pequeñitas no
suele tardar mucho.
Las patatas y el jamón los echo juntos y añado otro chorreón de agua. El
jamón ha sido el último ingrediente que he incorporado a la receta porque me
dio por probar y me encantó. Pero sin él también resulta un plato exquisito.
Ya solo es cuestión de dejar que la patata se ponga blanda, para lo que
agregamos de nuevo algo de agua fría de vez en cuando si es necesario. Una vez listo,
echamos perejil picado por encima y a comer. Es un plato muy sano y contundente que se come con cuchara y apetece mucho en días de frío. Os aseguro que está para chuparse
los dedos.
verduras y jamón, esa combinación no puede fallar! le voy a proponer a mi madre que lo haga, jeje. cuando hace algún guiso de carne, el sofrito de verdura que hace para darle sabor dan ganas de comerlo solo.
ResponderEliminarlo has explicado perfectamente y las fotos te han quedado muy bien: me han dado hambre, así que han cumplido su cometido. :)
besos, merchi!
Pues te ha quedado una entrada "recetil" muy curiosa. No voy a decir que lo probaré porque la cocina no es lo mio jejejje
ResponderEliminarGracias a los dos.
ResponderEliminarChema, hazlo tú y le das la sorpresa a tu madre, jajaja.... A mí me encanta que mis hijos cocinen para mí, jejeje...
Geno, qué pena que no te guste cocinar, a mí me encanta y lo paso muy bien ideando cosillas. Es lo único de las tareas de la casa que me gusta, lo demás...puajjjj, jajajaja..
Besitos a ambos.
Suena de maravilla :)
ResponderEliminar¡¡Nube!! ¿Que tal todo? Gracias por pasarte. Un beso.
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