sábado, 7 de julio de 2012

El Hombre Delgado


William Powell fue un actor muy conocido en aquel Hollywood en blanco y negro de principios de siglo XX. Sus películas más famosas, las que lo hicieron uno de los actores más cotizados en la década de los treinta y los cuarenta, fueron una serie de seis donde interpretó a Nick Charles, un detective encantador cuya intromisión en cualquier asunto turbio hace que los delincuentes terminen en la cárcel. Con cierta chulería innata, una magia especial para las mujeres, un humor exclusivo y una gran camaradería con gente de los bajos fondos, Nick va sorteando peligros, problemas y misterios arrancándonos sonrisas y a veces alguna que otra carcajada. Su pareja en este baile de asesinatos, robos o secuestros es nada menos que Nora (la actriz Mirna Loy), una rica heredera que siempre está dispuesta a seguir al detective para vivir un sinfín de aventuras.


A la saga completa de estas seis películas se les llama “El hombre delgado” por el título original de la primera.

“La cena de los acusados” (The thin man, 1934) comienza cuando Nick está pasando unas vacaciones con su recién estrenada esposa en Nueva York. Entre hoteles de lujo, martinis a todas horas y paseos a su perro Asta, Nick y Nora ayudan a una amiga a tratar de hallar al padre de esta, desaparecido sin que nadie sepa donde pueda estar. Nick descubre que alguna gente puede haberlo secuestrado o asesinado y es cuando comienzan las pesquisas.


“Ella, él y Asta” (After the thin man, 1936). Nick y Nora, junto a su inseparable perro Asta, regresan a su casa de California a tiempo para pasar la noche de fin de año. Pero como siempre, nada más llegar se encuentran con un grave problema: el marido de la prima de Nora ha dejado a su esposa para mezclarse con gente poco fiable. El detective comienza a investigar.


“Otra reunión de acusados” (Another thin man, 1939) cuenta la historia de un amigo  de Nick que parecer estar siendo perseguido por alguien para matarle. El detective se pone en acción para resolver el caso, metiéndose en algunos líos y haciendo que Nora, siempre dispuesta a ayudarlo en cualquier situación, sea parte esencial de la historia.


“La sombra de los acusados” (Shadow of the thin man, 1941). Nora y Nick van a las carreras, donde casualmente se comete un asesinato. Al día siguiente vuelve a cometerse otro y Nick ve que ambos pueden estar relacionados.


“El regreso de aquel hombre” (The thin mal goes home, 1944). Divertida película donde Nick y Nora van a visitar a los padres de él, al pueblecito donde nació y se crió. Como es lógico todo el mundo lo conoce y quiere saber de él y de su vida como detective en la gran ciudad, y también por supuesto le piden ayuda cuando se comete un asesinato entre aquellas gentes tranquilas.


“La ruleta de la muerte” (Song of the thin man, 1947). Acción, música, secuestros, antros de mala muerte, casas lujosas y un misterio que resolver. Mayor protagonismo del hijo de la pareja, que ya había aparecido desde bebe y ha ido creciendo a medida que se sucedían las películas.


Hay muchos actores secundarios que luego adquirieron gran fama, entre ellos un James Stewart jovencísimo cuyo papel no deja indiferente en la segunda de la serie.

Reconozco que no son películas de una calidad extrema y que algunas veces llegan a ser previsibles, pero en su género son tan encantadoras que se pasa un buen rato. William Powell está excelente en su papel de cínico, juerguista, amante de los martinis y burlándose de todo y todos. Mirna Loy hace como siempre un buen papel. Curioso el papel que interpreta cada uno de los actores que hacen del hijo, un hijo tan especial como sus progenitores. Los guiones son rápidos, deliciosos y muy entretenidos. Hasta el perro Asta consigue realizar un número de escenas que son tan divertidas como tiernas.


Buena saga para ver en verano.


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